BASURA ELECTRONICA

Un nuevo flujo de residuos peligrosos está emergiendo.

El “boom” del consumo mundial de aparatos eléctricos y electrónicos ha creado una explosión en la generación de este tipo de basura. Basura electrónica, e-waste, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), chatarra electrónica, etc. contienen metales pesados y sustancias químicas tóxicas persistentes en el ambiente. Como estos aparatos han sido diseñados utilizando tales sustancias, cuando son desechados, no pueden ser dispuestos o reciclados de un modo ambientalmente seguro.















Cada año, cientos de miles de viejas computadoras y teléfonos móviles son arrojados a basurales, rellenos sanitarios, o son incinerados. Miles de estos aparatos son exportados, muchas veces de manera ilegal, desde países industrializados, como la Unión Europea, Estados Unidos y Japón hacia países en desarrollo, especialmente Asia. En estos países, los trabajadores, (muchas veces niños), realizan el desmantelamiento y fundido de las partes de estos aparatos en condiciones precarias, y quedan expuestos a un “cocktail” de venenos y químicos tóxicos.
La velocidad a la cual esta montaña de productos electrónicos obsoletos está creciendo generará una crisis de enormes proporciones al menos que las corporaciones de la industria electrónica, que obtienen ganancias por fabricar y vender estos aparatos, asuman su responsabilidad. Es posible hacer productos limpios, durables, que sean actualizables, reciclables y fáciles de manejar al final de su vida útil y que no terminen como residuos peligrosos en basurales y rellenos contaminando el ambiente.

El reaprovechamiento de los metales contenidos en la chatarra electrónica se vislumbra como un buen negocio. Según especialistas, “los desechos de ordenadores y móviles contienen metales preciosos”, lo que abre una nueva y rentable industria internacional que exige, sin embargo, reglas estrictas de operación porque es sumamente tóxica. Los expertos aseguran que en los artefactos electrónicos hay metales como oro, plata, paladio, iridio, germanio y cobre. “Una tonelada de computadoras (equivale a unas 83 máquinas) tienen entre 200 y 300 gramos de oro. Y una tonelada de monitores tiene entre 150 y 200 gramos de oro”. A diferencia del papel, que solo puede reciclarse entre tres y ocho veces, el oro y el resto de los metales preciosos pueden reaprovecharse infinitamente.
Los ecologistas declaman que “es posible hacer productos limpios, durables, que sean actualizables, reciclables y fáciles de manejar al final de su vida útil y que no terminen como residuos peligrosos en basurales y rellenos contaminando el ambiente”.
Greenpeace en su informe High “Toxic” Tech, de agosto de este año, asegura que “Las nuevas leyes que han sido aprobadas en Europa y en Japón están cambiando la responsabilidad de la gestión de la basura electrónica desde los consumidores, gobiernos locales y gobiernos nacionales hacia las empresas productoras de aparatos electrónicos”.
Estas regulaciones han producido algunos cambios en la fabricación misma de los aparatos electrónicos. Las empresas han comenzado a sustituir las sustancias altamente tóxicas por otras más amigables con el medio ambiente, a la vez que van rediseñando sus productos con el objetivo de “hacerlos más fáciles y seguros al momento de desmantelar y reciclar”, logrando asimismo una considerable baja en los costos a la hora del reciclado.
Las Directivas Europeas sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos “hacen a los productores responsables de recuperar sus residuos cuando son descartados, a partir de agosto del 2005”.
Sin embargo los países en desarrollo no muestran avances en lo que a materia de legislación se refiere, aunque sí se aprecia un crecimiento exponencial de los residuos electrónicos, como en las naciones desarrolladas.

En la Argentina no existe aún una normativa específica respecto del tratamiento de la basura electrónica, lo cual implica que el procesamiento de este tipo de residuos no se efectúa de forma adecuada. Muchos de los residuos que en los países desarrollados son considerados y tratados como altamente contaminantes y peligrosos para el medio ambiente, en la Argentina son tratados como residuos domiciliarios. Si bien la Ley de Residuos Peligrosos 24.051 contempla, en parte, a la basura electrónica como desechos contaminantes y peligrosos para el medio ambiente, no existe un sistema reglamentado y específico para su tratamiento. Un ejemplo de lo mencionado son las baterías de los celulares, que contienen cadmio y no son tratadas como residuos especiales, por lo que son enterradas como "domiciliarios".
En base a la normativa de la Unión Europea respecto del tema del e-scrap, el senador Daniel Filmus, actual presidente de la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado de la Nación, presentó un proyecto de ley para regular el adecuado tratamiento de los desechos electrónicos la Argentina, considerando los diversos aspectos que son tenidos en cuenta en la normativa mundial: producción de los bienes, reúso, reciclado y recolección de los mismos. Esta normativa está en vías de aprobación y se vislumbra como el principio del camino para que los aparatos electrónicos descartados no vayan a parar a los rellenos sanitarios.


Algunos datos para tener en cuenta
• Un tubo fluorescente, por su contenido en mercurio y fósforo puede contaminar 16.000 litros de agua.
• Una batería de níquel cadmio de un teléfono celular puede contaminar 50.000 litros de agua y afectar 10 metros cúbicos de suelo.
• Un televisor puede contaminar 80.000 litros de agua por su contenido de metales en las plaquetas, plomo en vidrio y fósforo en la pantalla.
• Una plaqueta de un celular o una computadora tiene mercurio, bromo, cadmio, plomo y selenio, entre otros contaminantes peligrosos según la ley argentina de residuos peligrosos.
• Toda heladera o aire acondicionado tiene gases CFC que destruyen la capa de ozono, tanto en el gas refrigerante como en el poliuretano expandido.


http://reciclandoelectronica.blogspot.com estáremos implementando un programa de computadoras recicladas a escuelas de la Argentina. Este proyecto articula la problemática del reciclaje con otras líneas como el acceso a las tecnologías y la educación con TIC.
Reciclado para el aula es un programa de entrega masiva de computadoras a escuelas públicas y organizaciones de la sociedad civil trabajan en la promoción social de sectores desfavorecidos. Las computadoras serán donadas por distintas empresas que renuevan su equipamiento  informático.http://reciclandoelectronica.blogspot.com/ Se. las reacondicionará en su taller, y las entregará a las escuelas y otras instituciones, a las que brindará además apoyo y acompañamiento pedagógico. Entre otros objetivos sociales y educativos este programa busca contribuir a generar una cultura del reúso y reciclaje del material electrónico, con la consecuente protección del medio ambiente.

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